ELIGE ¿POR LA VENTANA O POR EL BALCÓN?

"¡¡Tú no tienes derecho a opinar, te tienes que aguantar con lo que hay!!

¿Tú votas acaso?, pues eso, ¡¡Te aguantas!!. 

   

   ¿Os suenan estas palabras?, probablemente a más de uno, pero ¿Es cierta esta afirmación que con tanto convencimiento hacen algunos?

   ¿Sabemos para que sirven los votos realmente?¿cuanto valen?¿valen todos lo mismo?

   Probablemente la mayoría diría que los votos son la forma que tienen los ciudadanos de elegir democráticamente a sus representantes o gobernantes, y esto es cierto, pero que ocurre si ninguna de las alternativas políticas que hay se corresponden con lo que uno quiere, ¿ Hay que votar por fuerza, aunque sea en blanco?

   Los defensores del actual sistema electoral dirían que indudablemente hay que votar, de hecho cuando hay elecciones la palabra más repetida es: "¡VOTA!, ¡VOTA!, ¡VOTA!, sin embargo, ¿Que pasaría si todos los que piensan que ninguna de las propuestas de los partidos que hay les parece buena  se abstuviesen?.

   Simplemente, lo que pasaría es que quizás así se replantearían las cosas de otra forma y que en vez de dedicar tanto dinero y esfuerzos a hacer campañas propagandísticas para convencer al ciudadano de que vote a alguno, si son ellos mejor, pero si no que por lo menos vote, dedicarían más tiempo a buscar y aplicar soluciones que beneficiasen a los ciudadanos de verdad, pero se ve que hoy por hoy es más rentable hacer propaganda que buscar soluciones reales.

   Por otra parte puede que los que no desean votar simplemente no lo hagan porque no desean involucrarse en la política de ninguna forma, cumplen las leyes y pagan sus impuestos, simplemente no se quieren hacer participes de este sistema político, postura que no es extraña teniendo en cuenta el grado de corrupción y falsedad que existe entre la clase política.

  Pero también existen aquellos que saben y entienden que el actual sistema electoral que data de 1977 es un sistema totalmente injusto y deficitario, que no trata por igual un voto de Madrid, que un voto de Huelva por ejemplo.

  Nuestro sistema electoral, es un sistema "mayoritario matizado" ya que no nos dota de una proporcionalidad que garantice la equidad en la representación.

En España son varios los elementos distorsionadores de la proporcionalidad que hacen que haya opciones políticas infrarrepresentadas respecto al número de votos obtenidos y también ciudadanos cuyo voto tiene menor valor, menor efectividad que el de otros, según el lugar y el partido al que voten. Estos elementos son:

-Una cámara de 350 diputados para 52 circunscripciones electorales, lo que lleva a un escaso número de escaños asignados a cada circunscripción. Por ello, el umbral del 3%, que se aplica a escala de circunscripción y no nacional, es un umbral inútil en casi todas porque, al ser escaso el número de escaños a repartir, el umbral medio está por encima del 10% y, en algunos casos, del 20%.

-Las diferencias enormes de densidad de población entre circunscripciones lo que, unido al mínimo establecido de 2 escaños por provincia, conduce a que, según el lugar del territorio, un escaño en el Congreso de los Diputados pueda obtenerse con 23.155 votos en Soria y 95.742 votos en Madrid(datos de las elecciones parlamentarias de 2008)

-Las diferencias entre los partidos según la mayor o menor concentración del voto. IU y UPyD serían las principales perjudicadas por este efecto, al tener el voto muy repartido, frente a algunos partidos nacionalistas, que serían los principales beneficiarios, por tenerlo muy concentrado.

  

   Esta situación de desigualdad, hace que por ejemplo se diera el caso de que la tercera fuerza política más votada en España en las últimas elecciones, solo obtuviera 2 escaños en el Congreso convirtiéndose por numero de escaños en la sexta, poniendo de manifiesto así que es una ley electoral "injusta y anticonstitucional", por vulnerar "flagrantemente" la Constitución española y el derecho de igualdad.

   

No es de extrañar por tanto que muchos se abstengan de ser colaboradores y apoyar este sistema.

   Sin embargo, esto no quiere decir para nada que no tengan derecho a opinar sobre asuntos que nos conciernen a todos como la economía el trabajo o cualquier otro asunto que les parezca, pues el derecho opinar libremente lo tenemos todos, tanto los que votan como los que no.

   Así que la respuesta a la pregunta ¿POR LA VENTANA O POR EL BALCÓN?, simplemente podría ser:

¡NO ME TIRO, GRACIAS!